Tick-Tock: el tiempo se acaba (I)

Tiempo

En Iberia, el tiempo se acaba (para que el plan de reestructuración empiece a ejecutarse)

Los pilotos no son George Clooney

Los directivos deben aplicar su plan, cuanto antes: lo demás, son pérdidas de tiempo inexcusables

Desde que empecé a trabajar, hace treinta años, siempre me hice esta pregunta: “¿en la economía, en los negocios, quién es el verdadero protagonista?”. Por supuesto, en cada casa, cada uno y cada una, es el rey o la reina. Y, aun así, dentro de las familias, unos son más protagonistas que otros. Habitualmente, estas preferencias tienen motivaciones emocionales y, por tanto no son racionales. Es muy difícil dar razón del porqué un tío quiere más a unos sobrinos que a otros, pongamos por caso. Nos quedamos con el hecho de que, en el salón de casa, todos son reyes y reinas. Pero no hablamos de esto, en este capítulo.

En el mundo de la economía y los negocios, no todo el mundo lleva una corona. Solo son coronados los triunfadores. Los que tienen éxito. Esto, podrá gustar más o menos, pero es una realidad objetiva: Richard Branson, Bill Gates, Warren Buffet o Steve Jobs, por ejemplo. El 14 de enero de 2013, cien trabajadores de Iberia se manifestaron enfrente de la sede de la empresa, mostrando la pancarta de “Iberia somos todos”. Nos resulta ajena la tendencia al igualitarismo, en el que no hay diferencias, ni reales ni percibidas. Ni siquiera en los paraísos comunistas –donde se supone que todo el mundo es igual, todos tienen lo mismo y todos son protagonistas-, hay total igualitarismo: la élite del partido comunista (sea en China o en Corea del Norte) es quien tiene las riendas del poder y, por tanto el dinero. En una economía comunista, los miembros del partido tienen ventaja: acceden a la mejor formación y poseen los medios de producción.  Esto no es un juicio moral –que no viene al caso-, sino una descripción de la realidad. Sigue leyendo