Los cambios en el sector aéreo deberían ser un acicate para que Iberia apueste fuerte por su plan de reestructuración
Los sectores económicos de actividad no son estáticos, sino que evolucionan, como la vida misma. Hay estudios que dicen que, cada diez años, se producen cambios sistémicos en las empresas y en los sectores. Esto explicaría que no haya ganadores ni perdedores eternos. En tecnologías de la información, Apple vivió una muy mala década entre 1987 y 1997: en ese segundo año, su fundador, Steve Jobs, volvió a Apple y la empresa recuperó fuelle, consiguiendo una fuerte posición de liderazgo. En cambio, Microsoft, que había triunfado tanto que llegó a convertirse en cuasi monopolio en los años malos de Apple, ve ahora amenazado su liderazgo por la pujanza de la compañía de la manzana, y otros competidores.
Hay varias cuestiones que afectan mucho a estos cambios. Por un lado está la innovación, que si es bien percibida, puede convertirse en tendencia de moda. Y, en segundo lugar, está la percepción de los consumidores que, esencialmente, aprecian las siguientes cuestiones: excelente calidad de productos y servicios, formidable atención al cliente y, en tiempos de penuria económica y pérdidas de poder adquisitivo, el precio, que muchas veces orienta el sentido de la compra. Estos tres factores también han afectado al sector aéreo. Sigue leyendo