Fusiones positivas

ÁtomoLas fusiones entre empresas suelen tener consecuencias positivas

Hace tiempo que venimos explicando los procesos de concentración empresarial propios del capitalismo. Y de la economía que se basa en la libre empresa: habitualmente, estos procesos corporativos se llevan a cabo entre compañías que, libremente, deciden fusionarse. Lo cual no quiere decir que no haya problemas que solucionar. Precisamente porque hay problemas, es menester proceder a compras o adquisiciones, fusiones, y otros procesos del estilo, de manera que se generen sinergias, ahorros de costes, economías de escala y acceso a financiación que, de otra manera, serían muy difíciles de conseguir. Por un lado, se soluciona algo que había que arreglar y, además, se consiguen ganancias.

Estados Unidos es el ejemplo más emblemático de este tipo de procesos. Recientemente, a principios de febrero de 2013, una compañía emblemática del sector tecnológico, Dell, ha accedido a la entrada en su capital –en manos de su fundador, Michael Dell, y accionistas minoritarios en Bolsa, en el Nasdaq norteamericano- de una firma de inversión especializada en tecnología, Silver Lake, y de Microsoft. El objetivo es recomprar las acciones de los minoritarios para, mediante una alianza entre Michael Dell, Silver Lake y Microsoft, inyectar grandes cantidades de capital que permitan el despliegue de una nueva estrategia corporativa de negocio en el fabricante de informática personal. Sigue leyendo

Decisiones empresariales

1001053Las decisiones empresariales deben obedecer a una doble lógica económica: ganar dinero y responder con excelencia a la demanda de los clientes

Si algo caracteriza, esencialmente, la economía de libre mercado y de libre empresa, es que las compañías pueden tomar decisiones a favor de sus intereses económicos, financieros y comerciales, sin que se les ponga traba. Si hay obstáculos, estos deberían ser los propios de la libre competencia, que habrían de impedir la formación de monopolios u oligopolios. Estos dos especímenes son dos de los seres más nocivos para la vida de empresas e individuos: monopolios y oligopolios tienden a conseguir privilegios, y mantenerlos, impiden con barreras la entrada de nuevos competidores y fijan precios abusivos, en contra de los intereses de sus clientes.

En este contexto, se entiende que, por un lado, España –con sus aeropuertos- sea el tercer país del mundo en poner en marcha nuevas rutas aéreas en 2013, detrás de Estados Unidos y de Reino Unido. Según un informe de Airline Network News and Analysis, en enero de 2013 fueron inauguradas 900 nuevas rutas aéreas. 244 correspondieron a Estados Unidos, 153 a Reino Unido y 144 a España, desde sus respectivos aeropuertos.

Destacan dos cuestiones, obvias. Primero, el peso y el dinamismo de los mercados anglosajones, que encabezan esta clasificación. Es lógico, porque –frente a España que sigue en recesión en 2013, tras cinco años de dura crisis económica-, Estados Unidos volvió a crecer económicamente en junio de 2009 e ininterrumpidamente hasta enero de 2013; y Reino Unido tiene altibajos económicos, pero sin llegar a caer en la recesión. En este contexto, en segundo lugar, y con un país económicamente deprimido, es buena noticia que los aeropuertos españoles den lugar a 144 nuevas rutas aéreas. Es un dinamismo que tendrá consecuencias económicas positivas para el país y sus empresas. Sigue leyendo

Lo que el capitalismo supone (I)

CapitalismoCadenas hoteleras, Gran Distribución, Empresas Tecnológicas y Entidades financieras se reestructuran:

El plan de transformación de Iberia es bueno para todas las partes implicadas y, también, para los intereses de España

Abrazar el capitalismo como sistema económico supone abrir los brazos a cambios continuos. En una economía de libre mercado y de libre empresa puede suceder casi cualquier cosa, excepto que haya situaciones de estancamiento. Ningún líder se mantiene eternamente en el podio, a no ser que viva en una continua actitud paranoica para mejorar siempre, innovar continuamente y lanzar sin descanso nuevos productos y servicios. Y, aun así, el triunfo permanente no está garantizado. Hay que tener en cuenta que la competencia también está muy activa.

Nosotros ya predijimos que Apple es una compañía de dientes de sierra. Lo ha sido en toda su historia. Hace dos años anticipamos que los crecimientos de Apple –máxime, sin su fundador, Steve Jobs, fallecido en 2011, al frente- no eran sostenibles en el tiempo. Apple creció en facturación el 66% en 2011 y el 45% en 2012. Y, fundamentalmente, lo ha hecho gracias a los productos que su fundador impulsó entre 2001 y 2011. Está por ver que su sucesor, Tim Cook, sea algo más que un administrador y que, superado el desastre de las aplicaciones de mapas, pueda devolver a Apple el lustre que tuvo: Apple llegó, en septiembre de 2012 a tener un valor en bolsa de 705 dólares por acción. En enero de 2013, la acción había perdido el 30% de su valor y, el 23 de enero, la acción bajaba un 12,5% adicional, evaporándose en un día 57.000 millones de dólares o, lo que es lo mismo, todo el valor de Ford. Sigue leyendo