Un ejemplo a seguir

EC-LOP Vueling A320Iberia debe volver a la rentabilidad, y Vueling le dice cómo hacerlo

El turismo extranjero que vino a España en 2012 aportó 43.300 millones de euros a la economía española.  Posiblemente esta sea la mejor noticia para la economía española que hemos recibido a principios del mes de marzo de 2013. Muchas de las compañías del Ibex-35, la columna vertebral de la economía real española, han hecho públicos sus resultados de 2012, con la excepción de Inditex, que sigue un año fiscal distinto. Las principales empresas de España incrementaron sus ventas un 5,4% en 2012, pero los beneficios se redujeron el 64%. La economía española, desgraciadamente, se sigue contrayendo: el Producto Interior Bruto se redujo el 1,4% en 2012, a lo cual contribuyó la caída del consumo de los hogares (-2,2%), el consumo público (-3,7%) y la inversión, que cayó más del 10%. También descendió el coste laboral unitario, casi el 6% (-5,8%). Sigue leyendo

Adaptarse a la nueva realidad

Iberia 1927-2012Ejercicio de realismo: Iberia debe adaptarse a la demanda real

En las épocas de bonanza económica, la oferta ha funcionado eficazmente como estimuladora de la demanda. Es decir, que cuando las empresas han ofrecido productos y servicios a sus potenciales clientes y consumidores, tanto en el mercado corporativo como en el de consumo, la demanda ha respondido comprando, ya que había relativos niveles altos de renta y un poder adquisitivo suficiente para invertir o comprar.

Sin embargo, con la crisis económica, la demanda manda y es la oferta la que debe adaptarse. Es un fenómeno que se aprecia en todos los sectores económicos de actividad, también en el turístico, donde la demanda interior o nacional se ha reducido (el 3,1%, en 2012). En Paradores Nacionales, la demanda ha descendido tanto, que su nivel de ocupación ha pasado del 70 al 52%. Este es uno de los motivos por los que la empresa pública quiso reducir sus costes de estructura mediante el cierre definitivo de algunos hoteles, el cierre temporal de otros y la realización de un ajuste laboral a través de un expediente de regulación de empleo. Los sindicatos organizaron protestas y, finalmente, Paradores realizó un ajuste blando que ha resultado insuficiente: el Estado, su accionista de referencia, ha inyectado capital en Paradores, entre el verano de 2012 y febrero de 2013, por importe de 81 millones de euros. Seguramente, si la cadena de hoteles y su accionista de referencia deciden quedarse como están, y la demanda y los niveles de ocupación siguen descendiendo, finalmente el Estado habrá de poner más dinero en Paradores, aunque no sea rentable o, peor aún, se siga perdiendo dinero. Quizá, en algún momento, el Estado decida reconsiderar la situación en Paradores y que, si los hoteles están desiertos, sin turistas, quizá haya que tomar ciertas medidas de racionalización económica y sentido común. Sigue leyendo