El egoísmo de los pilotos

Todos firman en Iberia, excepto los pilotos

Finalmente, ha sucedido lo que muchos temían: los pilotos de Iberia se han negado a unirse al acuerdo de mediación planteado por el catedrático Gregorio Tudela y firmado por el 93 por ciento de los sindicatos representantes de la plantilla y la dirección de la compañía, el pasado 13 de marzo. Este acuerdo permitió que se terminaran las huelgas que tanto mal hicieron a la compañía aérea, el turismo y la economía española. Los pilotos tiran por tierra tantos meses de esfuerzos en una dura negociación que permitiría a Iberia volver a ver la luz de la rentabilidad.

Para Iberia, la decisión de los pilotos es “irresponsable y refleja una total ausencia de solidaridad” con el resto de los empleados que sí han admitido “sacrificios” para sacar la compañía adelante, al tiempo que ha hecho un “llamamiento para que impere la cordura” y se adhieran al pacto. El problema de los pilotos es que no tienen empatía: viven en una burbuja, aislados en su cabina –tanto física como psicológica-. No se dan cuenta, porque no quieren darse cuenta, de que ellos son unos privilegiados y el resto de empleados no lo son. Por eso, las comparaciones que hacen los pilotos no tienen sentido.

Mitos y realidades

Es hora de poner las cosas negro sobre blanco y de explicar con sencillez las verdades sobre Iberia. El mensual económico Actualidad Económica lo explica muy bien. La publicación dice que los críticos de la fusión afirman que el agujero de 2,410 millones de euros del fondo de pensiones de British está asfixiando a la aerolínea española. La verdad es que el dinero de Iberia no puede ir, ni ha ido a financiar el déficit de pensiones de BA, aunque lo cierto es que IAG sigue teniendo un problema que resolver.

Continúa el mensual económico diciendo que BA renueva su flota a costa de Iberia, mientras que la compañía española vuela con aviones obsoletos, porque así se lo ha impuesto BA. La compañía inglesa aprobó la renovación de su flota tres años antes de su fusión con Iberia. IAG ha comprado ocho Airbus A330, que Iberia recibirá este año.

Actualidad Económica dice que se ha extendido el argumento de que BA estaba quebrada antes de la fusión y que se está quedando con la caja saneada de Iberia. La verdad es que Iberia pierde 1,7 millones de euros diarios. Si se le suman las inversiones en aviones, la deuda y el coste de los ERE y las prejubilaciones, Iberia está reduciendo su caja ella sola, sin ayuda de nadie.

La teoría del vaciamiento de que BA ofrece vuelos más baratos que Iberia a los mismos destinos y que le está quitando rutas: en realidad, Iberia ha suprimido las rutas no rentables y BA no ha ganado tráfico a costa de Iberia.

Los sindicatos de Iberia defienden que los empleados tienen sueldos inferiores a los de la competencia, que cobran un25% menos que los trabajadores de BA o Lufthansa. Sin embargo, pilotos y personal de vuelo cobran más del doble que sus iguales en aerolíneas como LAN con quien Iberia si compite en las rutas Iberoamericanas.

Por último, se acusa a los directivos de Iberia de ser cerca de 400 y que el presidente y el CEO se han subido el sueldo un 56%. Sin embargo, el número de directivos se ha reducido un 19% y tanto el presidente como el consejero delegado se han bajado el sueldo un 25% y no cobrarán la remuneración variable.

Es hora de dejar de decir falsedades y empezar a dejar claras las verdades.

Imagen, por Substance90

La letra pequeña

Alcanzado el acuerdo entre Iberia y los sindicatos que representan a la mayor parte de los trabajadores, llega el momento de ponerse a negociar la letra pequeña de los siguientes pasos. El más importante de todos –y el primero- es buscar aumentos de productividad en Iberia. Es una labor difícil, pero no imposible. Y, sobre todo, es muy necesaria. Iberia es una gran compañía y, ya lo hemos visto, muy querida por los españoles. Pero la historia pesa mucho. Y, en ocasiones, ese peso tira para abajo, impidiendo despegar.

Vemos que Ryanair va a comprar 175 aviones. Es un síntoma de que su negocio va bien. Iberia va a renovar parte de su flota, pero tendrá que reducir a corto plazo su capacidad. Son dos modelos de negocio muy distintos. El de Ryanair es el del bajo coste. Iberia tiene una estructura de costes de una empresa tradicional del sector, que la hace muy poco competitiva. Iberia sabe que eso tiene que cambiar. También lo saben los sindicatos, aunque a estos les cuesta cambiar, después de tantos años trabajando de la misma manera.

Imagen, por Rocío Lara